Por: Jorge Luis Montalvo, Casa Montalvo Wedding Studio.
Cuando contamos sobre nuestro trabajo todo parece ser color de rosa, “trabajar en la industria del amor debe ser fantástico”, nos comentan con entusiasmo nuestros amigos y familiares. Sin embargo, todos hemos tenido ese día de evento en el que llegamos a casa, nos quitamos los zapatos y agradecemos porque todo ha terminado.
Cuando contamos sobre nuestro trabajo todo parece ser color de rosa, “trabajar en la industria del amor debe ser fantástico”, nos comentan con entusiasmo nuestros amigos y familiares. Sin embargo, todos hemos tenido ese día de evento en el que llegamos a casa, nos quitamos los zapatos y agradecemos porque todo ha terminado.
Las historias de terror en un día de evento pueden aparecer de forma repentina, al destino parece no importarle si tenemos años de experiencia en la industria, hasta al más experimentado proveedor o wedding planner le ha sucedido algún suceso aterrador que a veces nos gustaría poder olvidar.
Por eso el pasado martes 25 de Octubre del 2022 tuvimos una cita en el restaurante Puerto Santo Laguna ubicado en Cancún, para contar algunas de estas historias. No faltaron los relatos que nos mantuvieron al borde del asiento, otros nos hicieron reír y algunos más nos conmovieron por la capacidad de resiliencia del protagonista de la historia.
Como profesionales sabemos que durante un evento todo puede salirse de control de un momento a otro, por eso es tan importante conocer cómo otros colegas han lidiado con sucesos que parecen ser imposibles de resolver. Agradecemos a todos los participantes por dejarnos conocer un poco de su historia y enriquecer a la industria con sus experiencias.
Como profesionales sabemos que durante un evento todo puede salirse de control de un momento a otro, por eso es tan importante conocer cómo otros colegas han lidiado con sucesos que parecen ser imposibles de resolver. Agradecemos a todos los participantes por dejarnos conocer un poco de su historia y enriquecer a la industria con sus experiencias.
Al final de la velada todos nos divertimos haciendo networking, luciendo los disfraces en la cabina 360 y conviviendo con algunos bocadillos y bebidas cortesía de nuestros anfitriones.